APACHETA │ Montículos de piedra colocadas una sobre otra que los pueblos originarios de América del Sur realizaban como ofrenda a la Pachamama, deidades y otros apus. En la vista, en la cumbre de los andes entre la carretera que une a Puquio con Coracora, hermoso y sobrecogedor paisaje.
miércoles, 30 de diciembre de 2020
jueves, 3 de diciembre de 2020
CARLOS ALBERTO AZABACHE OSCOS
NAZCA | Te conocí con tu mochila fumigadora al hombro cuando eras brigadista de Chagas. Allí supiste lo que era trabajar aspirando esa nube de veneno del insecticidas con el que fumigabas. Dormir en cualquier rincón poniendo de cabecera un pedazo de adobe era normal. Juntar todos los centavos que podías era tu preocupación, querías sorprender a los tuyos con algún regalito. Después cuando pasaste al Hospital agarraste con dignidad tu equipo de limpieza. Además, te diste tiempo para prepararte y así titularte como Profesional Técnico en Contabilidad. Cuando te dieron la oportunidad de asumir un puesto en las unidades de Economía, Logística y Personal, lo hiciste con gran responsabilidad. Y así fue pasando el tiempo y no nos dimos cuenta que nos hicimos viejos, hasta que fue llegando esa fuerza incontenible de la juventud y te fueron arrinconando con la complicidad de los jefes como se arrincona algún mueble viejo. Insensatos, creyeron herir tu dignidad, pero no. Asumiste siempre con una sonrisa el peso de los años. Hoy tus compañeros de siempre te echaremos de menos. Han sido muchos los momentos compartidos que quedaran grabados en nuestra memoria. No te decimos Adios..., sino un Hasta Luego. Esperamos cruzarnos de nuevo, siempre...
viernes, 12 de junio de 2020
RECORDANDO A DON RICARDO
Nasca | Lo conocimos al ingresar a laborar en mayo del año
'80, era un lunes 5 cuando a eso de las seis de la mañana me presente al hospital,
había ganado una plaza que por ese entonces había convocado a concurso el ORDEICA
Organismo Regional de Desarrollo de Ica. Llegó aproximadamente a las 6:30, y lo
primero que hacia era visitar a los pacientes, revisaba las historias clínicas y daba una u otra recomendación.
Al pasar por los pasillos del hospital iba apagando
las luces y a las 7:00 ya estaba en su consultorio para atender a sus pacientes, atendía
en el consultorio de pediatría. Por el intercomunicador llamó al jefe de
mantenimiento y le dijo que a partir de ese día ingresaba a laborar y que me
diera mis funciones. Así fue mi primer contacto con don Ricardo.
Era muy estricto en cuanto a puntualidad
y en el cumplimiento de las tareas que se me asignaba, hasta que un día me dijo:
“Termine usted su tarea y pase a apoyar a secretaria de la dirección”. Siempre
fui muy bien considerado por el Dr. Cruzado, habían pasado ya mas de 10 años, y ya trabajaba en la oficina de personal. Corría ya el año 1993, cuando un día
se presenta en la oficina, traía unos documentos, pedía sus vacaciones
no gozadas del año anterior y el que le correspondía del 1993. El otro documento era su renuncia, y era que en dos meses cumplía 70 años. “Lo
presentas faltando unos 15 días. Yo ya no vuelvo, no vayas a avisar a nadie”
dijo, y es que a él no le gustaban los agasajos ni despedidas, me dio un
abrazo, y ya saliendo de la oficina con la voz un tanto quebrada me dijo, “tú
eres un buen muchacho, pórtate bien, no quiero saber de cosas malas que hayas
hecho” y se fue. No atine a nada, quede perplejo. Cuando reaccioné, salí al
pasillo y lo vi ya lejos, con su caminar apurado. Así fue como don Richard como
le decíamos algunos se fue del Hospital, aquel que había dirigido por más de 12
años. Era muy estudioso, siempre lo veíamos en su consultorio de la calle Bolognesi
leyendo gruesos libros ayudado por su lupa.

lunes, 11 de mayo de 2020
MAMÁ JUANITA
Año 1962, tomabas mi mano y la llevabas lentamente dibujando mis primeras letras. Aún recuerdo cuando me enseñabas a contar y me corregías cuando al once le decía diez y uno. Contigo aprendí a leer en una vieja biblia que teníamos.
Hoy que ya tengo 64 años aun necesito de ti mamá, aun necesito que me abraces y me digas: "Tu puedes hijo".
Viejita, ya tienes 84 años y tenerte me da la fuerza que necesito cuando en ocasiones me siento vulnerable por cosas de la vida. Por eso, nunca me faltes mamá. Por eso, abrázame fuerte y cuéntame un cuento...
martes, 14 de abril de 2020
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