domingo, 20 de diciembre de 2015

GRACIAS...


Si, muchísimas gracias a todos los compañeros y amigos que se preocuparon al enterarse del resquebrajamiento de nuestra salud. Asimismo a mis hermanos, cuñados, sobrinos y demás familiares que sufrían en silencio el vía crisis que pasábamos. Un agradecimiento enorme a mi compañera de vida, que cargó con todo el peso de sacarme adelante y finalmente pudo lograrlo. Pero por encima de todo, Gracias a Dios por darme otra oportunidad. Finalmente fue Él quien hizo las cosas a través de los profesionales de la salud, poniendo la ciencia y la pericia en sus mentes y en sus manos.
Hoy en casita, aunque con corazón remendado, puedo disfrutar de los míos...