sábado, 20 de octubre de 2018

ELLA ES BUENA PERO ES «ESPECIAL»


Había ido al seguro a gestionar mi pasaje. Era un lunes cualquiera cuando de pronto me topé con una anciana de más o menos unos setenta a ochenta años. Era bajita ella y era notoria su dificultad para caminar. Difícilmente se hacía entender en su españquechua, tenía un gran parche en el cuello y también gestionaba su pasaje del seguro para Lima.
Pero mamita, porque no te haces acompañar por alguno de tus hijos ¿tienes hijos?, dijo una doña acercándosele para leerle su cita. Si mama, tengo tres hijos. Dos viven en Lima, ellos trabajan, no pueden venir dijo sollozando. Pero con quien vives?. Vivo solo con mi hija que se ha quedado en la casa en Nueva Villa, ella siempre me acompaña, ahora voy a ir a Lima con ella pues. Pero debe acompañarte, ella debe venir contigo, que mala tu hija. No mamita, ella es buena pero es “especial” por eso la dejo encerrada en mi casa. Ay dios, dijo la doña y no pregunto más. Le puso algo en las manos “para tu pasaje mamita” dijo y… volteó la mirada hacia otro lado como para ocultar que le brillaban los ojos… se hizo un silencio, solo se escuchaba el rumor de la calle y entonces cada quien volvimos a nuestro cada día…