jueves, 15 de marzo de 2018

CARNAVALES EN SANTA ROSA 1961


CARNAVALES EN SANTA ROSA
Murucututo huañurcca
Celestinapa puncumpi
Chaytaraj huischuy nihuarcca
puricunaypas cachcaptiy
paseacunaypas cachcaptiy
… coreaba la tropa de danzantes que trotaba alrededor del “estadio” todos ataviados con plumas de cóndor, la espalda cubierta con pieles del atocc andino y en todo el cuerpo cruzado a la bandolera llevaban su infaltable lazo. Ya hacía rato que el “cañazo” había hecho efecto y por cada lado la gente se agarraba a trompadas. Bueno, en realidad intentaban zanjar diferencias a puño limpio, pero el trago podía más y los llevaba al suelo. Mientras tanto, los representativos de San Luis, Santa Rosa y Filomena esperaban que el juez limpiara el campo de tanto gentío. Mientras, papa Florencio con su vestimenta deportiva junto a sus compañeros, Chiara, Choccechanca, Zarate y otros que representaban a San Luis, esperaban el inicio del triangular. En tanto mamá Juana, junto a las esposas de los de San Luis hacían barra desde un lado del campo. A mis cinco años eso es lo que vi. Del partido no recuerdo nada, pero si el retorno a casa, papá un tanto mareadito iba adelante, mamá Juana cargando a Gloria aun bebe lo seguía. Sonia, yo y Reynaldo más atrás pateando piedras no perdíamos el paso. Inicialmente se hizo una noche muy oscura casi impenetrable, poco a poco nuestros ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad y ahora si podíamos ver un poco más claro. Mas tarde, la luna brillaba y junto a las estrellas nos ayudaron a llegar a casa en poco mas de tres horas que hicimos los casi cinco kilómetros que hay de Santa Rosa a San Luis.
Por esos cerros que hoy están plenos de mineros, existen hasta hoy las huellas del pasado. Por allí caminaron los Huayta. En San Luis viví una parte de mi vida en una casita de calamina, junto a mis hermanos Sonia, Reynaldo y Gloria, éramos tan felices, no faltaba nada. Hasta que la mina cerró. Esto es lo que recuerdo, sobre todo, esta tonadita que siempre está en mi mente y soñando despierto recreo vivencias de los años 1961 allá por los cerros de San Luis, Santa Rosa y Filomena.